Análisis de Vidrala (1/3)

PhDividends

28 de julio de 2024

El vidrio es un material que la humanidad comenzó a usar hace más de 4000 años. Resulta curioso que un material tan antiguo no solo siga tan presente en nuestra sociedad, sino que además cada vez se esté extendiendo más su uso. Es cierto que el pasado no es un buen indicador del futuro, pero que un material lleve tanto tiempo entre nosotros es un buen ejemplo de industria resiliente y duradera.

Los primeros procesos para fabricar envases de vidrio se remontan a los egipcios, quienes utilizaban un método denominado “formado sobre núcleo” para dar forma al vidrio fundido a partir de un molde.

Posteriormente, alrededor del siglo I a.C. se popularizó en el mediterráneo el “vidrio soplado“. Este método de fabricación consistía en soplar una bola de vidrio fundido a través de un tubo hueco, hinchándolo para darle la forma deseada. Este método se sigue usando en la actualidad por maestros vidrieros, cuya destreza permite crear obras de arte de gran complejidad. El proceso es algo hipnótico, y si nunca lo has visto en persona te dejo este breve vídeo de 2 minutos: el proceso de soplado del vidrio.

Sin embargo, estos métodos de fabricación tenían varios problemas: requerían tiempo, personal con muchos años de formación y no eran fácilmente escalables. No sería hasta finales del siglo XIX que el vidrio comenzaría a industrializarse con la introducción de las primeras plantas de producción en masa. Es aquí donde entra en juego la empresa objeto de este análisis: Vidrala.

Vidrala comenzó su andadura en Llodio, un municipio del País Vasco en España. Tenemos ante nosotros a una empresa con origen 100 % español. La historia de Vidrala está unida a la de los Delclaux, una familia con raíces belgas que lleva asentada en el País Vasco desde finales del siglo XIX. El apellido Delclaux es sinónimo de negocios en Euskadi, y tras él se esconden personajes que han impulsado la creación de empresas como Vidrala o el propio Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A. (BBVA).

Isidoro Delclaux Aróstegui fue el primer miembro de la familia que apostó por los envases de vidrio mediante la financiación del proyecto de Vidrerías de Llodio en 1934, dedicado a la compraventa de vidrio. Tras ser consejero delegado durante varios años, decidió ir un paso más allá y encargó a su hijo Carlos Delclaux Oraá la construcción de una fábrica de botellas en 1965. Esta primera aventura, denominada Vidrerías de Álava S.A., comenzó con un horno y dos máquinas, con una capacidad de producción de 25.000 toneladas anuales y una docena de modelos. Se había plantado la semilla de la que nacería Vidrala.

Dejamos ahora de hablar de los Delclaux para centrarnos en Vidrala, pero teniendo presente que estos nunca han dejado las riendas de la compañía. Los descendientes de la familia Delclaux conservan en su poder más del 30 % de las acciones en circulación. 

Las siguientes décadas de Vidrala se caracterizaron por un crecimiento lento pero seguro. En 1977 desarrollaron la producción en prensado-soplado, que explicaremos más adelante. Puede parecer algo trivial, pero la innovación ha sido y es un elemento fundamental del proceso de fabricación del vidrio. A pesar de llevar más de 4000 años usando vidrio, se desarrollan e implementan mejoras constantemente para hacer más eficiente el proceso de producción e incrementar la tasa de reciclado.

La fabricación en prensado-soplado, que veremos con detalle más adelante, permitió crear botellas más ligeras y reducir costes, lo que ayudó a Vidrala a obtener una posición dominante en el mercado nacional.

En 1985, la sociedad saldría a cotizar a bolsa en los mercados de Madrid y Bilbao, con el nombre Vidrala S.A.

Cuatro años después, en 1989, se puso en marcha una segunda fábrica de vidrio en Caudete (Albacete). La planta de Crisnova contó con un nuevo horno que permitió ampliar la producción hasta las 225.000 toneladas anuales.

Sin embargo, la directiva de Vidrala se dio cuenta de que si querían crecer, la clave se encontraba en las adquisiciones.

En 2001 se dio a conocer el Plan Estratégico del Grupo, que marcaría el futuro crecimiento de Vidrala. Este plan podría resumirse en una palabra: adquisiciones. 

La puesta en marcha de este plan comenzó con la adquisición de la empresa portuguesa Gallo Vidrio y la incorporación de sus plantas al área de influencia de Vidrala. Dos años después se cerró también la adquisición de las plantas de BSN Glasspack de Barcelona y de Avir en Corsico (Italia). Con estos movimientos, Vidrala incrementó su producción a las 950.000 toneladas anuales y asentó su posición dentro de la Península Ibérica.

En 2007 se produjo la adquisición de la filial belga Manufacture du Verre SA, pero que sería vendida años más tarde al no obtenerse la rentabilidad esperada de ella.

En 2014 Vidrala cruzó el Canal de la Mancha con la adquisición de Encirc, lo que añadió más diversificación geográfica a sus operaciones y un nuevo mercado en el que competir. La envergadura de esta operación dejó un fuerte endeudamiento en las cuentas de Vidrala. Por contextualizar, el ratio deuda neta / EBITDA se incrementó hasta las 2,5 veces (el año anterior este ratio se había situado en 0,6, pasándose de una deuda neta de 82 M€ a 440 M€) . Sin embargo, los directivos hicieron gala de buena gestión de la compañía y sabia asignación de capital. La adquisición de Encirc se consolidó rápidamente y el nuevo flujo de dinero redujo la deuda de manera acorde.

En 2017 se produjo la adquisición de Santos Barosa y su gran centro de producción en Portugal. Tras ello, Vidrala se consolidó como el principal productor de envases en el mercado ibérico.

Finalmente, 2023 fue un año destacado para Vidrala. Tras una situación convulsa provocada por la Guerra de Ucrania y el encarecimiento del gas natural y las materias primas, Vidrala decidió cruzar el charco y comenzar su expansión por América. Concretamente, se produjo la adquisición de Vidroporto en Brasil y las instalaciones de The Park en Reino Unido.

Lejos queda aquella pequeña fábrica de Llodio donde Vidrala comenzó a producir sus primeros envases.

La estrategia de adquisiciones de Vidrala ha llevado a que en la actualidad cuenten con más de 4.000 empleados repartidos en un total de 10 plantas de fabricación de envases, 26 hornos y 2 instalaciones de llenado. Estos activos se distribuyen en lo que Vidrala denominada Unidades Generadoras de Efectivo (UGEs), que son simplemente la equivalencia a cada una de las filiales y sus respectivas fábricas que pueden operar de manera independiente del resto. Vidrala actúa como la matriz, pero cada UGE cuenta con su propio equipo directivo para operar de manera más o menos independiente en lo que respecta a las operaciones del día a día.

Las UGEs que conforman Vidrala son:

• Aiala Vidrio (España)
• Castellar Vidrio (España)
• Crisnova Vidrio (España)
• Vidrala Italia (Italia)
• Santos Barosa (Portugal)
• Gallo Vidrio (Portugal)
• Encirc (Reino Unido)
• Vidroporto (Brasil)

Podemos ver que Vidrala se ha expandido fundamentalmente por el mercado europeo, aunque en 2023 decidieron explorar nuevos mercados con la adquisición de Vidroporto en Brasil. La incorporación de Vidroporto va más allá de una mera adquisición. Fieles a su estrategia, veremos cómo Vidrala planea aprovechar Vidroporto como punta de lanza para su expansión por el mercado de América del Sur, un entorno que espera un fuerte crecimiento en el futuro.

Cabe mencionar que en 2024 se anunció la venta de su filial italiana a Verallia, uno de sus principales competidores en el mercado europeo. También estudiaremos las razones tras esta decisión y por qué creo que dice mucho de la directiva tomar estas decisiones. Adquirir empresas es complicado y existen compañías enteras dedicadas a la gestión de adquisiciones. Muchas veces se realizan en vistas de las futuras sinergias que se crearán, pero no es hasta que la adquisición ha ocurrido y la filial empieza a rendir cuentas cuando se ve si la decisión fue acertada o no. En caso negativo, es muy importante saber parar y decidir cuándo es mejor deshacerse de un segmento que está lastrando a la compañía. Tomar esa decisión no es sencillo, y Vidrala ha demostrado una excelente gestión de las adquisiciones. Todo ello me hace pensar que la decisión de venta de la filial italiana no ha sido tomada a la ligera y que se hace para favorecer a los accionistas, como ha sido en el pasado.

¿Cómo es posible que una empresa haya podido tener este crecimiento con algo tan sencillo como el vidrio? Para ello, tenemos que adentrarnos en su modelo de negocio y las características del vidrio.

Los usos del vidrio son diversos, desde envases para almacenar alimentos, cristalería para vajillas, decoración, espejos, ventanas para edificios, pantallas para dispositivos electrónicos, cables de fibra óptica o en el sector de la investigación y la salud. Tenemos ante nosotros a un material muy versátil ampliamente utilizado.

En este artículo nos centraremos en el vidrio para envases fabricado de forma industrial, que es el que mayor peso tiene a nivel europeo. En España representa más del 60 % de toda la industria de producción de vidrio.

Desde sus inicios, Vidrala se caracterizó por tener un objetivo claro: fabricar envases de vidrio y suministrar servicios de transporte y envasado de la forma más eficiente, rentable y sostenible. Nos encontramos ante una empresa familiar, en un sector con muchos años de historia, resiliente, oligopólico, y con buenos vientos de cola.

Las compañías que operan en este sector son los picos y palas del sector de la alimentación. Es complicado saber qué empresa de consumo lo hará mejor a largo plazo. Lo que sí sabemos es que para vender sus productos necesitan envases, y los envases de vidrio están captando cada vez más la atención del público. Para entenderlo, tenemos que estudiar las propiedades de este material.

Vamos a ver qué hace destacar a Vidrala dentro de este sector. Estudiaremos las características del vidrio y su proceso de fabricación, la diversificación que tiene Vidrala, y su potencial de crecimiento en el futuro.

Las características del vidrio como envase son las que marcan las de su industria:

Un material resistente, aunque pesado y frágil. No merece la pena transportar el envase vacío grandes distancias, por lo que las plantas de fabricación operan en el ámbito local o regional, cerca de los centros de envasado. En España, el 60 % del vidrio que se produce se vende en territorio nacional (somos un país exportador de vidrio), y el 37 % del producto se vende a clientes en un radio inferior a los 300 km (sociedad vidrio).

Un material con grandes ventajas para el almacenamiento de alimentos y bebidas en comparación con otro tipo de envases. Os dejo aquí una tabla comparativa de distintos materiales usados para empaquetar comidas y bebidas.

El vidrio es inerte, inoloro y no modifica las propiedades de los alimentos o bebidas que entran en contacto con él.  La preservación del sabor es esencial para la industria de la alimentación, motivo por el cual los productores prefieren el vidrio para embotellar vino, cerveza, aceite de oliva o salsas. Aunque no es el único. La sociedad está cada vez más concienciada con su salud, y una fuente de debate es la inocuidad de los envases en los que se empaquetan los alimentos. El envase es un factor más que influye nuestro subconsciente a la hora de comprar.

Es más, el vidrio protege los alimentos. Al ser un material no poroso, actúa como una barrera frente a la acción externa y permite preservar los alimentos durante periodos de tiempo prolongados. Evita el contacto con microorganismo, el oxígeno y la radiación solar (en el caso del vidrio opaco), factores que pueden alterar las características organolépticas y la seguridad de los alimentos. Las altas temperaturas que hay que alcanzar para que el vidrio se funda también son una ventaja, ya que puede usarse para esterilizar alimentos y hacer conservas.

Una vez producido, el vidrio se puede reciclar de forma infinita, ya que el propio vidrio actúa como materia prima para volver a ser moldeado. Esto lo convierte en un material perfecto para potenciar una economía circular donde se minimice la generación de residuos. En 2021 Vidrala anunció con éxito que en su filial Encirc se había conseguido generar envases de vidrio partiendo únicamente de cascos de vidrio, sin la incorporación de materias primas adicionales.

El reciclaje del vidrio no sólo es bueno para el medio ambiente, también es económicamente beneficioso. El uso de vidrio reciclado reduce en 12 millones de toneladas la cantidad de materias primeras requeridas para la fabricación de envases. Además, ayuda a ahorrar energía y reduce las emisiones de CO2. Cuanto más material reciclado se emplea, menos energía se requiere para producir nuevos envases porque los cascos se funden a menor temperatura que las materias primas, y menos CO2 se emite en el proceso.

En definitiva, la sostenibilidad del vidrio es un viento de cola que hace a la industria favorecerse de regulaciones beneficiosas para fomentar su uso.

Una vez fundido, el vidrio puede adoptar mil formas distintas atendiendo a requerimientos de estilo y resistencia. Un champán o un bote de garbanzos se producen prácticamente de la misma manera, solo es necesario cambiar el molde a demanda del cliente.

La mayoría de envases de vidrio tienen una forma cilíndrica destinada a incrementar su resistencia. No nos vamos a engañar, pese a todas sus ventajas, el vidrio es un material relativamente frágil. Al ser rígido y no elástico como por ejemplo, los plásticos, no puede deformarse para aliviar la presión que pueda producirse durante su transporte. La forma cilíndrica ayuda a esparcir la presión de manera equitativa, lo que da mayor robustez y minimiza el riesgo de fractura.

Ahora, si bien la forma del envase atiende a criterios de resistencia, no es menos cierto que la forma del vidrio es también un elemento diferenciador usado por las marcas. El diseño del envase es una forma de resaltar frente al resto, motivo por el cual podemos encontrar envases con formas y geometrías muy variadas, especialmente en bebidas alcohólicas y cosméticos. Tomando como ejemplo la conocida empresa de bebidas alcohólicas Diageo, podemos observar cómo se juega con la forma del envase para aportar un elemento diferenciador a cada marca:

Comprender el proceso de fabricación de envases que tiene lugar en estas instalaciones es fundamental para entender las características del sector.

El proceso de fabricación del vidrio se puede dividir en 6 fases:

1. Mezcla de las materias primas. Todas las materias primas necesarias para fabricar vidrio son abundantes en la corteza terrestre y de fácil obtención, lo que reduce posibles riesgos de disrupción de la cadena de suministro. Vidrala obtiene el 90 % de sus materias primas de manera local:
   • Dióxido de silicio, también conocido como arena de sílice.  Constituye el componente principal del vidrio (70-75 %).
   • Carbonato de sodio, una sustancia alcalina que actúa como fundente y ayuda a reducir la temperatura necesaria para que el sílice se vuelva líquido y moldeable.
   • Carbonato de calcio o piedra caliza, para reducir el desgaste del vidrio al exponerse a la intemperie.
   • Vidrio reciclado (cascos de vidrio o calcín), que contiene ya todas las materias primas y reduce el gasto de las mismas.
   • Pequeñas cantidades de otros aditivos para aportar características específicas como opacidad. Por ejemplo, el hierro da a los envases un color verdoso, el manganeso negro, y el titanio marrón.
2. Fundido del material, calentándolo a temperaturas superiores a 1.500 ºC durante 24 horas. A continuación, la masa fundida se fracciona en pequeñas gotas que se distribuyen en moldes.
3. Moldeado de los envases mediante prensado-soplado o soplado-soplado para darle al vidrio su forma final. Vidrala fue pionera en introducir la técnica de prensado en 1977, lo que le permitió reducir el peso de los envases y bajar sus costes (ver imagen más abajo).
   • En la primera fase, la gota fundida se introduce en un primer molde y se le aplica presión para darle forma a la boquilla del envase.
   • En la segunda fase, la gota se introduce en un segundo molde con la firma final y se utiliza la boquilla anteriormente generada para introducir aire a presión y expandir el vidrio fundido para que se adapte a las paredes del molde.
4. Recocido de los envases y enfriamiento a temperatura controlada para aportarles mayor rigidez y durabilidad.
5. Control de calidad para retirar los envases defectuosos, que serán reciclados y reintroducidos en la cadena de fundido.
6. Empaquetado y distribución de los envases.

También podéis ver este vídeo publicado por la propia Vidrala que muestra el proceso que siguen en sus instalaciones.

Nos encontramos, por tanto, ante una compañía (y una industria) intensivas en capital y altamente dependiente de sus fábricas. El sector en general dedica grandes cantidades todos los años a la construcción de nuevos hornos más grandes, más eficientes energéticamente y respetuosos con el medio ambiente. No obstante, estas inversiones tienen una larga vida útil. A finales de 2023, Vidrala tenía en su poder 550 M de euros invertidos en fábricas que, a pesar de estar totalmente amortizados a nivel contable, todavía seguían en uso. Por comparación, esta cifra supone un 20 % de sus activos totales.

Una vez producidos los envases, estos han de llegar a un destino que, preferiblemente, estará cerca del lugar donde se produjo. Vidrala se encarga personalmente de distribuir sus envases a sus clientes gracias a una gran red logística.

Con el objetivo de optimizar el proceso de distribución de sus productos y tener un mayor control sobre la cadena de suministro, Vidrala impulsó en 2016 la creación de Vidrala Logistics. Este segmento cuenta con una flota de 63 camiones que recorren las carreteras europeas en un complejo entramado coordinado desde su centro logístico en Portugal. Encuestas internas de la compañía nos indican que esto es apreciado positivamente por un 98 % de los clientes, que ven este servicio como algo muy conveniente al no tener que encargarse ellos de recoger los envases.

Por último, Vidrala también cuenta con un par de instalaciones de llenado de los envases producidos. Junto con la logística, este segmento constituye menos de un 10 % de los ingresos del grupo. Esto es totalmente comprensible, ya que estos segmentos no nacieron para generar dinero per sé, sino para que adquirir envases a Vidrala constituya una solución más completa a sus clientes.

Los envases que fabrica Vidrala tienen usos diversos dentro de la industria alimentaria. No obstante, los últimos datos disponibles de 2020 nos indican que gran parte de las ventas de Vidrala provienen del sector de las bebidas alcohólicas. Concretamente, el 75 % de los ingresos de Vidrala proceden de la venta de envases para vino, cerveza y bebidas espirituosas. La gran dependencia de este sector tiene partes positivas y negativas, que veremos más adelante al hablar del potencial crecimiento futuro de Vidrala y sus riesgos asociados.

Esta distribución de ingresos por tipo de envases también provoca que Vidrala sea una empresa con un componente cíclico. La demanda de envases de vidrio para bebidas alcohólicas, alimentos y productos de lujo tiende a ser cíclica, pues estos productos son sensibles a los cambios en la economía y en el consumo. Unos tiempos económicos difíciles, como durante una recesión, provocan una caída del consumo, sobre todo de aquel que tiene fines recreativos y no esenciales. A su vez, los envases para alimentos y la industria farmacéutica tienen un componente más defensivo, ya que la gente tiene que seguir comiendo para vivir y la demanda de estos envases tiende a ser más estable. Por el contrario, épocas en las que se incita el consumo son beneficiosas para Vidrala, ya que la mayor parte de sus ingresos dependen del consumo discrecional.

Por geografía también identificamos que Vidrala opera principalmente en el suroeste europeo, siendo los mercado español e inglés las principales fuentes de ingresos. Es importante contextualizar que esta gráfica se encuentra algo desactualizada: a fecha de escribir este análisis, se ha producido la incorporación de Vidroporto (Brasil) a Vidrala y se está preparando la venta del negocio de Italia a su competidora Verallia. Estos importantes acontecimientos merecen su explicación aparte más adelante.

A la diversificación por tipo de envase y por región geográfica tenemos que añadir la diversificación por clientes. Entre los clientes encontramos marcas distinguidas dentro de la industria de los alimentos y bebidas, como pueden ser Pepsico, Diageo, Pernod Ricard, Heineken, Mahou, Damm o Molson Coors. Vidrala proporciona servicios a más de 1.600 clientes, de los que ninguno representa más del 10 % de los ingresos. De hecho, los 10 mayores clientes no suman un 34 % de sus ingresos. Estas cifras son sencillamente espectaculares. Una base de clientes tan grande minimiza el efecto de impagos por problemas puntuales y la dependencia de un único cliente. El porcentaje de impagos se sitúa además en el 0,5 %, es decir, son clientes muy fieles y con los que se puede contar.

Por tanto, la mezcla de clientes de Vidrala tanto por tipo de producto como por geografía le permite beneficiarse de las épocas de bonanza económica y limitar las pérdidas ante una caída del consumo. De esta manera, puede mitigar los riesgos asociados con los ciclos económicos.

Vistas las características del vidrio y el modo en el que opera Vidrala, es importante plantearse si existirá crecimiento futuro en el sector o si por el contrario se encuentra en declive. Como inversores a largo plazo, buscamos aquellos sectores en los que exista crecimiento y aquellas empresas que cabalguen a lomos de dicho crecimiento. Vamos a estudiar si existen oportunidades de crecimiento para Vidrala.

Vidrala tiene dos posibles formas de crecer: de forma orgánica a través del incremento en el número de envases que producen sus fábricas; e inorgánica, mediante adquisiciones de otras empresas del sector. El crecimiento inorgánico será motivo de discusión más adelante. Ahora vamos a centrarnos en las posibilidades de crecimiento orgánico.

Un informe elaborado por la sociedad Vidrio España en 2022 indicó un aumento del 30 % en los ingresos del sector con respecto a 2021, a pesar del bache de la pandemia y con una tendencia positiva de fondo. Si nos centramos exclusivamente en el subsector de los envases de vidrio, los datos son igual de alentadores y muestran un crecimiento de ingresos de más de 300 millones de €.

Vamos a profundizar para tratar de entender qué sustenta este crecimiento y si lo seguirá haciendo en el futuro. Pero antes, os recuerdo que podéis suscribiros al blog para recibir avisos de las siguientes partes del análisis. Todo el contenido es de acceso gratuito:

La industria del vidrio tiene todo el potencial de continuar creciendo y mejorando en el futuro, guiada por múltiples vientos de cola.

Los datos son claros: se estima que el volumen de envases de vidrio empleados globalmente crecerá al 4,33 % anual durante los próximos 5 años, llegando a superar el billón de unidades producidas para 2029 (billón español, 1.000.000.000.000). Los catalizadores de este crecimiento son múltiples:

1. Una mayor demanda de envases seguros y saludables. Existe mucha concienciación con la presencia de microplásticos en el medio ambiente y nuestro organismo, y es inevitable que los consumidores busquen alternativas de empaquetado más fiables. El cartón constituye una alternativa en algunas situaciones, pero también presenta desventajas que comenté anteriormente al comparar los distintos materiales de empaquetado. En cambio, el vidrio no desprende residuos ni modifica las características de los alimentos.
2. Una mayor tendencia hacia envases transparentes que permitan ver el producto que contienen y dan sensación de mayor calidad al producto.
3. Un sector de la salud en constante crecimiento y que depende en gran medida de envases de vidrio para el transporte seguro de medicamentos.
4. Una industria de las bebidas alcohólicas y espirituosas que depende del vidrio en muchos aspectos. El vino debe ser embotellado en contenedores herméticos y opacos para que no se estropee por acción de la radiación solar o la exposición al oxígeno. Además, ya he comentado que la forma del envase constituye un elemento diferenciador entre marcas y que aporta una sensación de experiencia premium. Una explicación más detallada de por qué el sector de las bebidas espirituosas seguirá creciendo en el futuro se puede encontrar en este gran artículo de Leandro (@invesquotes en Twitter/X).

Es necesario tener en cuenta que la demanda no será simétrica en todo el mundo. El potencial de crecimiento en Europa y América del Norte será algo menor que el de otras regiones. Asia será la región que experimente el mayor crecimiento, movida por una creciente clase media con mayor poder adquisitivo. Le seguirán América del Sur y África. En este sentido, los últimos movimientos de Vidrala con la adquisición de Vidroporto y la venta de su filial italiana parecen estar enfocados a seguir esta tendencia y expandir su presencia por el hemisferio sur.

El vidrio es 100 % reciclable, pero su proceso de producción es intensivo en energía, lo que hace que se beneficie de las políticas encaminadas a cuidar del medio ambiente. En este sentido, la industria del vidrio avanza a marchas forzadas para reducir la contaminación asociada con la producción de vidrio y aumentar la tasa de reciclaje para conseguir una economía circular.

La reciclabilidad del vidrio tiene varias ventajas. Por un lado, las compañías del sector obtienen financiación pública para fomentar una transición hacia la producción neutra en carbono. Los Acuerdos de París sobre el Clima establecen 2050 como límite para conseguir la neutralidad neta de carbono, para lo que es necesaria una gran inversión a la que las empresas no pueden hacer frente por sí solas. Vidrala ha puesto en marcha medidas como la instalación de electrofiltros que actúan reteniendo las partículas generadas en el proceso de fusión, lo que ha reducido las emisiones habituales de los hornos en más de un 90 %.

Por otro lado, utilizar vidrio reciclado (calcín) reduce los requerimientos energéticos y de materias primas, ya que el calcín se funde a menor temperatura y contiene ya todos los materiales necesarios para producir los envases. A día de hoy, el 80 % del vidrio de la Unión Europea se recicla.

Si nos centramos en Vidrala, su tasa de uso de vidrio reciclado es algo menor (50 %), por lo que hay margen de mejora. No obstante, ya podemos ver el efecto de la incorporación de calcín al proceso de fabricación de envases. En los 3 últimos años, el consumo de materias primas se ha mantenido plano mientras que el porcentaje de vidrio reciclado ha subido del al 49 %. Podríamos pensar que las ventas de envases se han mantenido planas y por eso las materias primas también. No obstante, Vidrala incrementó sus ingresos un 16 % y los inventarios un 12 % el año pasado mientras que sus costes de producción apenas subieron un 1 %. Esto nos quiere decir que, a pesar de que parte de la subida de ingresos ha podido venir por subidas de precios, Vidrala está ahorrando una cantidad sustancial de dinero al emplear más vidrio reciclado y menos materias primas.

Por último, una mayor concienciación del consumidor, que conoce los beneficios del vidrio para el medio, actúa como un viento de cola para la industria. De hecho, cuentan con ayudas para conseguir esta descarbonización mediante la implantación de diversas medidas en sus instalaciones. Estas ayudas están sujetas a que se cumplan ciertos criterios de reducción de emisiones de CO2 por tonelada de material fabricado.

Vidrala además tiene proyectos concretos con sus clientes para conseguir estos objetivos. Recientemente se dio a conocer un acuerdo con Diageo para crear un nuevo horno híbrido en Elton, Chesire. Este horno reducirá las emisiones de carbono en un 90 % y estará dedicado a fabricar 200 millones de botellas con las que suplir la demanda de esta reconocida marca de bebidas alcohólicas.

La forma de hacer vidrio no ha cambiado mucho sobre el papel desde la antigüedad: coges arena, la calientas a altas temperaturas, le das forma y dejas que se enfríe. En un sector donde el proceso de fabricación del producto es relativamente sencillo y estándar, las empresas compiten entre sí tratando de hacer el proceso de fabricación más eficiente.

La industrialización ha ayudado enormemente al sector de los envases de vidrio, y Vidrala siempre se ha encontrado a la vanguardia de las nuevas técnicas de procesado de vidrio. Recordemos que la introducción de la formación por prensado les permitió dominar el mercado nacional en España tecnológicamente hablando.

La innovación también es fundamental para optimizar la eficiencia de los procesos y reducir el consumo de energía. Según La Federación europea de Envases de Vidrio (FEVE), el vidrio actual es un 30 % más ligero, consume un 70 % menos de energía y emite un 50 % menos de dióxido de carbono que hace 5 décadas. En España, a pesar de haber tenido un crecimiento de ingresos del 30 % en 2022, el coste energético del sector se redujo y se emitió un 5 % menos de carbono a la atmósfera. Un claro ejemplo de que se puede crecer y ser sostenible.

Vidrala cuenta con poder apoyarse en las nuevas tecnologías para seguir incrementando su eficiencia y reducir su huella de carbono. Esto lo conseguirán mediante la implementación de sensores, sistemas de control y análisis en tiempo real para monitorizar el proceso de fabricación. Con ello, esperan poder incrementar la calidad, reducir los desechos y el consumo energético.

Algunos ejemplos concretos de innovación de Vidrala (co-financiados con fondos públicos) son los siguientes:

1. Proyecto MOVASE: para reducir las deformaciones que sufre el vidrio fundido en su camino desde que se funde hasta que llega a la zona de moldeado.
2. Proyecto TASIO: para aprovechar el calor residual generado por los hornos de fundición y generar electricidad o aire caliente que pueda ser empleado en el soplado del vidrio para darle forma.
3. Proyecto Easy Open: para facilitar el proceso de apertura de los tarros sellados de vidrio a personas mayores.
4. Proyecto VGOB: para desarrollar software especializado que ayude a entender las dinámicas del vidrio fundido y facilite el proceso de soplado, maximizando los envases útiles.
5. Proyecto iMOULD: machine learning para controlar la temperatura del molde y la cantidad de desmoldeante necesario.

Como hemos desarrollado, Vidrala tiene múltiples formas de hacer crecer, sus beneficios ya sea por un incremento del volumen de envases vendidos, por una mayor optimización de su proceso productivo, o por una reducción de costes de producción al emplear más vidrio reciclado. Estas tres formas no son excluyentes sino que se pueden apoyar mutuamente entre sí, lo que nos deja un buen panorama de crecimiento y visibilidad de flujos de caja futuros.

Hasta aquí la primera parte del análisis de Vidrala. De esta parte podemos concluir que Vidrala es una empresa dentro de una industria milenaria, con un gran pasado y que ha demostrado una gran capacidad de expansión. El negocio en el que opera es intensivo en capital, lo cual no quita para que sean capaces de obtener buenas rentabilidades de sus inversiones. Además, hemos podido confirmar que tienen una red de fábricas bien distribuida y sustentada por una amplia base de clientes diversificada por países y sectores. Por último, tenemos varios motivos para confiar en que existen varios catalizadores de crecimiento y vientos de cola que impulsarán a largo plazo a la compañía.

En la próxima parte del análisis, nos adentraremos en la intensa competencia que sufre Vidrala por parte de empresas más grandes que ella misma y cómo Vidrala hace valer sus ventajas competitivas para conseguir un buen retorno sobre sus inversiones. Comentaremos además los posibles riesgos y analizaremos su equipo gestor, una familia que lleva al frente de la compañía desde su fundación.

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¡Nos vemos pronto!